Cuando voy por la calle
(Trío América)
Reportaje gráfico entre mariachis, duetos y tríos
El hijo del pueblo
(José Alfredo Jiménez)
Infografías
Payaso
(Javier Solís)
Testimonio del mariachi, Nelson Urquijo Montoya
La nieve de los años
(Ramirez y Arias)
Testimonio del serenatero, Jairo Gómez Orozco
Jairo Gómez Orozco, tiene 70 años y es un experimentado músico, el cual ha dado casi toda su vida por este arte, exactamente 36 años.
Ahora es el representante del trío los Triunfantes, nombrado así por su esposa Alba Nelly Rincón que compartía no sólo el amor por la música, sino también, por los viajes que hacían a los pueblos de Antioquia, desde hace 23 años vive solo. Su pasión comenzó gracias a Martín Ochoa, también músico, quien lo vio tocar un día en un bar de su pueblo natal, Argelia, Antioquia, con tan solo 29 años y le dijo: que tenía las habilidades para vivir de la música, además, Jairo considera tener buen oído y es así, como aprende rápidamente las melodías de las canciones.
Así mismo, Jairo Gómez cuenta que los músicos que se ubican en la 70 afrontan la creciente competencia y no precisamente con los vallenateros que se encuentran a media cuadra de donde están ellos, sino, con el olvido de una tradición que ha estado por muchos años en la ciudad, y por esa razón, entre los años 1980 y 1995, los describe como la mejor época de las serenatas. Una época en la vivió Pablo Escobar y Gonzalo Gacha, que él llama: “los mágicos”. Muy distinto a lo que se vive en la actualidad, ya que los ingresos no son suficientes para llevar una vida digna, debido a que las muestras de romanticismo se están acabando, aunque no todas, pues existen todavía jóvenes que tienen presente las serenatas para enamorar.
Explica que el oficio del serenatero no tiene un sueldo fijo, en un mes promedio se pueden estar ganando 800.000 pesos, “aunque, hay veces que hay que prestar para ajustar sea para el arriendo o la comida, hay meses duros, como los de inicio de año y buenos, como mayo y diciembre, hay cosas buenas y malas como en todo” dice Jairo.
A propósito, la Alcaldía de Medellín también se ha sumado a realizar ayudas para los músicos informales, sin embargo, todavía no son suficientes para satisfacer las necesidades que los serenateros requieren.
Con la situación que está viviendo el país a causa de la pandemia del COVID 19, los músicos informales lo están pasando difícil, debido a que, su trabajo es únicamente artístico y es necesario la estar en la calle.
Jairo solo desea que esta tradición nunca acabe y siempre esté llevando ese mensaje a cada persona que escucha una serenata.
Sin ti
(Trío Los Panchos)
Entrevista al director de Serenata Teleantioquia, Fredy Escobar
Sabor a mi
(Trío Los Panchos)
Podcast con expertos
El camino de la vida
(Trío América)
Perfil periodístico del Trío América
Mi querido viejo
(Vicente Fernández)
Perfil periodístico del mariachi, José Rusbel Peláez Cardona
El gusto por la música empezó desde muy temprana edad, así lo describe José Rusbel Peláez Cardona, que con tan solo 12 años ingresó a la Escuela de Bellas Artes en Manizales. Rusbel tiene 72 años, nació en Pereira, pero, vivió su infancia y adolescencia en Manizales con sus padres Luis Anibal Peláez, su madre, Margarita Cardona y con sus tres hermanas, Luz Inés, Nubia y Clara Cecilia.
A los 22 años, se trasladó para Medellín donde empezó su vida artística en bandas papayeras, tocando la trompeta, la cual todavía conserva como una reliquia. A los tres meses, lo llamaron para hacer parte de la orquesta de Julio Ernesto Estrada Rincón, más conocido como Fruko y sus tesos, en 1972. También pasó por la orquesta de German Carreño y la banda del ejército Nacional.
“La música es como un vicio que llevaremos toda la vida”. Rusbel.
A los 34 años nació su único hijo, Juan Carlos Peláez. Se divorció de su esposa cuando cumplió 6 años, y sin embargo, siempre están en contacto.
“A pesar de las pruebas que Dios le ha puesto en el camino, él siempre ha velado para que yo esté bien”. Juan Carlos.
Rusbel decide empezar como mariachi, y argumenta que, hace 25 años ser mariachi era “lo que mandaba la parada y más en Caballo Blanco, el lugar estrella para conseguir mariachis”.
"Tocábamos a las 5 de la mañana, algunos estaban con su morral para ir a estudiar o a trabajar, y nosotros teníamos que pasar en puntas por medio de los borrachos que estaban en el suelo”. Rusbel.
Rusbel vive en un hogar para personas de la tercera edad de la Alcaldía de Medellín, llamado Buenas Manos, es discapacitado desde hace 10 años por una lesión en la columna de una hernia discal en región sacra.
"Me siento muy contento aquí porque me consienten mucho”. Rusbel.
“Desde que llegó a Buenas Manos, ya hace 5 años exactamente, trajo mucha alegría al hogar, siempre que empezamos turno a las 6 de la mañana, él, está dándonos los buenos días y haciéndonos reír", dice Andres Montoya, auxiliar de gerontología.
"Cada mes lleva a sus compañeros músicos a dar una serenata para conmemoran los momentos especiales del mes". Andrés Montoya.
Todos los sábados desde la 1 p. m. aprovecha para irse a Caballo Blanco vestido de mariachi y acompañado de su trompeta. Regresa a Buena Manos a las 4 o 5 de la mañana del domingo.
"El oficio de ser mariachi requiere disponibilidad en las noches que él por la discapacidad ya no tiene". Nubia.
Nuestro juramento
(Julio Jaramillo)
Reportaje
El jinete
(José Alfredo Jimenez)
Podcast historias